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Cómo se ve el panorama 2010 para los inmobiliarios post terremoto

El sismo que sacudió a Chile la madrugada del 27 de febrero no sólo nos movió el suelo, sino que propició un nuevo escenario para el rubro inmobiliario y de la construcción. ¿La razón? Hoy las personas están prefiriendo casas y departamentos en pisos bajos y además están apuntando sus dardos a esta industria; trato que según algunos es injusto.

La crisis subprime golpeó con fuerza el mercado de la vivienda. 2010 se veía como el año de la recuperación real y de números más auspiciosos. Y aunque los próximos 12 meses no serán malos; las ventas se verán levemente afectadas. Pero nada de qué preocuparse, según los expertos.

Y es que el terremoto no estaba en los planes de nadie; ese que hoy es el verdugo del rubro. Según el presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Patricio Muñoz, se los ha tratado injustamente, claro que reconoce que excepciones existen, pero son las menos.

“Los edificios se han comportado de acuerdo a como dice la norma que se deben comportar (…) si miras los casos de Kobe en Japón o en Northridge en California, con terremotos menos intensos, las ciudades quedaron completamente destruidas, y en comparación miras cómo están las ciudades en Chile luego de un 8.8 creo que es injusto que se ponga en tela de juicio la capacidad constructiva chilena”, asegura Muñoz.


La norma antisísmica que rige la construcción en Chile es clara. Los sismos de baja intensidad no deben producir daños importantes, en uno de mediana intensidad se permiten ciertas anomalías que no comprometan la estructura de la edificación, y en un sismo de gran magnitud las estructuras no deben colapsar y por sobre todo deben permitir que sus moradores puedan evacuar.

“Los edificios en Chile están estudiados y calculados para que no colapsen. Algunas estructuras pueden dañarse pero no colapsar. El espíritu de la norma busca la integridad de las personas. Las construcciones se calculan para que vayan absorbiendo la energía de un sismo”, comenta el gerente general de Inmobiliaria Su Ksa, Armando Ide.

El representante de la ADI cree que en general existe un desconocimiento de de la norma chilena de la construcción respecto a los movimientos telúricos. “Además la gente ha sido mal informada de lo que debe esperar de sus viviendas”, comenta.

Concuerda con ellos el gerente general de Almagro, Mauricio Varela: “El comportamiento de la inmensa mayoría de las construcciones modernas fue el adecuado, frente a uno de los terremotos más fuertes del país y del mundo. Es por esto que la industria se proyecta con tranquilidad y está dispuesta a seguir incorporando mejoras a los proyectos futuros”.

Plantas bajas y seguros contra sismos

El temor y la incertidumbre es el principal factor que ha hecho cambiar la demanda de edificios, departamentos y oficinas.. ¿Cómo? Si antes tener una vista despejada hacia la cordillera desde un piso 18 era buscado por muchos, hoy las prioridades cambiaron.

Desde el terremoto, la variación más alta de búsquedas con respecto a enero-febrero comparado con marzo de este año corresponde a las casas, con una fluctuación de más del 70% para arriendo y un 10% para casas usadas en venta según cifras que maneja. Pero si bien el panorama actual irá cambiando paulatinamente y entre 6 a 12 meses más retomará su cauce normal.

Eso sí, hoy el seguro contra este tipo de siniestros será una alternativa, que antes pocos tomaban. “Sabemos que Chile es un país sísmico, y eso lo sabemos todos, lo sabe el constructor, el inmobiliario y lo sabe el usuario. Sabemos que puede ocurrir un terremoto, hoy, mañana o pasado mañana, por lo tanto así como uno asegura un auto también debería asegurar la vivienda”.

El presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, Patricio Muñoz, va más allá. Muñoz aclara que los compradores de viviendas también deben estar preocupados de asegurar su patrimonio.

"Los derechos nacen de que lo que ellos compran no deben tener defectos o fallas de construcción, pero también hay deberes como el defender su propiedad al tomar un seguro. Las inmobiliarias y constructoras no son compañías de seguros para asegurar a todo evento de que su vivienda permanecerá incólume”, sentencia.


Pero de todo hay que sacar lecciones. Depositar la confianza en firmas reconocidas y de trayectoria es una buena medida para evitar malos ratos. “Hay que fijarse en aquellas empresas que han tenido un buen comportamiento después del sismo, porque eso quiere decir que están construyendo bien y que construirán mejor de hoy en adelante”, comenta Ide. “El mensaje a los clientes es que se informen bien del producto que están comprando y de la empresa que está detrás del proyecto que les interesa”.

Aquí no hay recetas ni pronósticos infalibles, lo que sí es un hecho es que habrá un antes y un después del terremoto. Un antes y después en los gustos de quienes están en busca de una propiedad, un antes y un después en la forma de enfrentarse a la comprar una propiedad y sin duda, un antes y un después a la hora de asegurar o no un inmueble contra sismos.